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Afuera ninguna puta va cantando mis rancheras
y ningún vagabundo hace poemas como yo
A veces busco versos en los tachos de basura
o reviso las nubes buscando algo superior
Mi verdad es como el pan que le arrojo a las palomas
y mi sangre huele a humo y altas dosis de alcohol
No existen edificios más altos que mi orgullo
ni ciudades en el mundo más grandes que mi corazón
Digo siempre lo que pienso porque se me da la gana
y hago canciones rebeldes para los jóvenes de hoy
que hablan sobre la poca importancia del pudor
y aunque siempre haya gente hablando de mi fama
me emborracho en las elecciones, me meo en las catedrales
y hasta podría apostarles que siempre lo paso mejor
¿Qué podría yo cantarte
que ya no estuviera escrito
en el Capítulo 7 de Rayuela
o en el Canto II del Altazor?
¿Qué podría yo cantarte
que no estuviera dicho
en miles de poemas ya escritos
o en millones de canciones
recitadas a lo largo del tiempo?
¿Qué podría yo cantar
con esta voz quebrada
en pedazos de música
que sólo escucho yo?
A lo mejor apenas una canción rota
o un humilde bosquejo musical
que intente acordarse
alegremente
de ti
En este mundo
todo está mal organizado:
unos se dedican a hacer platos
mientras otros los usan
y el resto los lava
y todo muy rígido
todo muy bien calculado
pero el problema sigue siendo el mismo
El problema es
precisamente
soñar con hacer platos
cuando en realidad los platos
habría que romperlos
Iré tras lo más perdido de ti
lo que está guardado en ese grito
que nunca has dado
Con frases simples intentaré
cogerte por sorpresa
atraparte en una telaraña de palabras
tejida en trampas de acertijo
que preparé esta tarde para ti
Me vestiré de pasados mejores
y robaré con guantes blancos
el amor que le niegas a la multitud
