domingo, 16 de mayo de 2010

No hables

Haré que te tragues tus palabras
o las pondré a palpitar
en ritmos circulares

No digas nada
porque mis deseos te están transfigurando
te están cambiando el nombre
hasta lograr que se duerma
en los brazos maternales de la noche

No digas ni una sola palabra
para que no interrumpas
el camino natural de las sensaciones
y este ritual que he iniciado
para lograr esa sinceridad
tan preciada por los amantes

Mejor no hables
No digas absolutamente nada
porque desde ahora cualquier cosa
puede ser usada en tu contra

lunes, 10 de mayo de 2010

Jazzman

Te pienso y pareces lejana
oculta tras humo, mesas y vino
en un sórdido bar de Brooklyn

Todos saben que eres hermosa
(lo sabe el camarero y hasta lo sabe la noche)
pero hoy las cosas no quieren mirarte
Miras todo con profundo recelo
pero nada te devuelve la mirada

Estás sentada sola en un rincón
ajena a lo que pasa
El músico podría estar tocando un tango
o improvisando un blues
y nada cambiaría:
seguirías sentada ahí
vestida de blanco, mirando las cosas
sin que ellas quisieran mirarte
sintiendo sus celos
con esa elegante frialdad
que te viene tan bien

Yo estoy sentado en el rincón opuesto
whisky con hielos/ el cigarrillo en la mano
imitando mal a Humphrey Bogart
jugando a mezclar el humo con las notas
tratando de obviar tu precensia

Hoy, sentado en mi habitación
con el lápiz en la mano y el corazón cantando
un tema muy parecido a la lluvia
me gustaría que estuvieses en un bar de Brooklyn
lejana, radiante y melancólica
mientras yo sentado en el rincón opuesto
jugara a definirte con poemas que parezcan
sólos de saxo del mejor Coltrane
en vez de estar aquí echándote de menos
ladrándole música a la luna
como un perro
abandonado