viernes, 11 de septiembre de 2009

Oda a Fidel Castro (Canción triste para Cuba)

Que sea la historia quien te juzgue, Fidel
y no tu pueblo confundido
aturdido de tantas derrotas
perplejo de tantas miserias
solo de tanta incomprensión

La soledad de La Habana
está llena del egoísmo ajeno
y de niños frágiles vestidos de gigantes
que nacen sabiendo que en su país
hubo victorias que hoy se celebran
con el vino amargo de la nostalgia
y las guitarras rotas de la opresión

Pero tú aún sigues ahí, comandante
como si la revolución no se oxidara
como si el Che aún viviera
como si Rusia hubiera resistido
como si la historia quisiera detenerse
en ese lugar donde triunfó la vida
y por un instante se llegó a pensar
que el mundo por fin cambiaría

Yo no sé qué sucederá con nosotros
ni que nos depara el futuro ingrato
pero aún tengo esta necesidad
de pedirte disculpas, Fidel
de ofrecerte una última canción
porque el sueño épico del pueblo cubano
a toda América nos quedó grande

viernes, 4 de septiembre de 2009

Velas apagadas


A veces los días empiezan a ir más lento
y son como notas salidas de un violín de barro
mientras al compás el tiempo se deja llevar
por los relojes de la casa
y se provoca ese baile sutíl
casi imperceptible
que hace que los sueños se alarguen
y se vayan desnudando en esas horas lánguidas
peregrinas
como nubes de paso

He llegado incluso a pensar
que solamente es la atmósfera
o esas ganas de sentarme en la ventana
a esperar a las ideas
y las excusas
que pasan con el tiempo
sin que yo me percate
realmente de ello

Y es que a veces
los días empiezan a ir más lento
el café se me pone amargo
poco a poco se me aprietan los sentimientos
y es como si estuviera dibujando con humo
en medio de la noche
mientras una a una
las velas comienzan
a apagarse