En blanco y negro

Un día te soñé blanca como una nube
y escribía poemas para que bailaran contigo
pero acabé pidiéndole a los pájaros
que siguieran cantando en mi nombre
porque de mi boca sólo salía arena
o una sal descompuesta y amarga

Tiempo atrás adorné tus soledades
y te soñaba blanca como una nube
igual de sencilla y escurridiza
amiga de mis tormentas iracundas
y cercana a ese sol que nunca salía

Ahora no eres blanca como una nube
y yo en vez de poemas escribo bestias
describo la sombra de tus paisajes
y alumbro el pozo de tus miedos
porque ya no eres blanca como una nube
y mis pájaros ya no tienen
a quién mierda
cantarle

Sexo y salvación

Puede que otros ya hayan intentado
descifrar tus misterios en una sola noche
pero nadie ha conseguido desnudarte el alma
como lo he hecho yo:
gemido por gemido

Puede que los ángeles se mueran por pecar
y puede que un demonio hoy redima sus culpas
pero hay un deseo que no podemos rehuir
que va de tu cuerpo hasta mi cuerpo
acabando incólume y casi intácto

Cuando terminas pareces despertar de un sueño
mientras yo recien me sumergo en otro
porque se me ha olvidado por un instante
que la vida es solo un espacio cerrado
donde sin remedio nos persigue la muerte

Mírate en mí

Mírate, regístrate
siente como mis palabras llenan tus espacios
y se vuelven monumentos en tu sonrisa
para mí esa modesta plaza de pueblo
donde me siento libre, donde descanso
del ajetreo de la vida y sus miserias

Descubre nuestras constelaciones
cada estrella al lado de la otra
como si siempre hubieses estado aquí
como si el universo en su orden implacable
cazara dos peces en la misma red

Yo a estas alturas
no sé qué deseas realmente
Vivo viendo peras en el olmo
sacándole frutos verdes
al gran árbol de la Verdad
Por eso creo que mujeres como tú
hay tantas como pecados
en el alma de Dios

Mírate, regístrate
talvez yo soy el espejo
que refleja tu paz
y tú la pieza que falta
en mi eterno rompecabezas