lunes, 19 de abril de 2010

Culpable

Me declaro culpable
de tener el corazón despierto y sangre en las venas
de tener la misma cantidad de huesos que ustedes
y de sufrir con las mismas injusticias

Me declaro culpable
por escribir poemas
como si fueran documentos
que acreditan mi eterna culpabilidad

Me declaro infiel
deteriorado y corrompido por la lujuria
y declaro culpable a todas las cómplices
que siempre abalan mis pecados

Me declaro altanero
orgulloso distante y malherido
aunque en el fondo siga siendo
el mismo perro que corre tras su cola

Me declaro culpable
por guardar mis karmas en el sótano
por ventilar mis miedos en tu espejo
por traficar mentiras reales
y falsas verdades

Me declaro culpable
y mientras siga perteneciendo
a este mundo infame y adúltero
a este oficio sin fe ni consuelo
seguiré siéndolo
por los siglos de los siglos.
Amén.

lunes, 12 de abril de 2010

Generación perdida (Fantasías animadas de ayer y hoy)

I

Y se atreven a llamarnos perdidos
talvez sin saber que a estas alturas
son ellos los que han perdido demasiado

Se les ha ido la libertad a contratiempo
minuto a minuto en el formalismo de los días
y se les contrae el espacio cada vez
que suena el despertador en las mañanas
y les marca el límite de los sueños
como si los sueños tuvieran límites

Se les cae el pelo/ se les muere la esperanza
y en el Congreso nos siguen mirando en menos

En charcos de sangre flotan viejos ideales
pero aquí nunca
cambió
nada


II

Dígame, compañero, qué paso?
de que sirvió pasar las fronteras del miedo?
de qué sirvió esta mañana de desesperaciones?

Yo sé que nunca imaginaron que nuestras calles
serían más justas que sus oficinas
y que la libertad vendría en las alas
de una juventud desadaptada
una bandada de pendejos rebeldes
que configuran el mundo a vuestras espaldas
sin prestar atención a sus dejes de confianza
y la opinión de los inescrupulosos de siempre

Porque la generación perdida no es la errante
la que vaga la que busca la que encuentra
sino la que lo ha perdido todo
sin derecho a pataleo

lunes, 5 de abril de 2010

Desconfianza

Desconfía
del que se esconde tras su dinero
porque sin él no vale nada

Desconfía
de los que hablan demasiado
porque callados nada esconden

Desconfía
de los que buscan constante compañía
porque solos no son capaces

Desconfía de tus amigos
Desconfía de tu espejo y de tu sombra

Desconfía tanto de las pasiones bajas
como de las más venerables glorias
porque en el fondo todas llevan a lo mismo

No confíes en nada ni nadie
y si buscas victorias
mírate hacia adentro

Confía solo en tí mismo